Un estudio global presentado por la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) estima que los ingresos en la música podrían caer un 20 % para 2028. Según los datos revelados, sin legislación que regule el uso de la inteligencia artificial (IA), los creadores de música enfrentarán graves pérdidas económicas.
La investigación destaca que las corporaciones podrían continuar desarrollando música generada por IA usando material protegido por derechos de autor sin compensar a los artistas. Esto amenaza con desviar aún más los ingresos hacia empresas tecnológicas en lugar de los creadores originales.
El informe también advierte sobre la acelerada expansión de la industria de IA. Se estima que pasará de 3.1 billones de dólares en 2023 a 67.7 billones en 2028. Durante este tiempo, los artistas corren el riesgo de quedar desprotegidos frente al uso no autorizado de sus obras para entrenar modelos de IA.
Bjorn Ulvaeus, presidente de CISAC y miembro de ABBA, instó a tomar como ejemplo las iniciativas legislativas en Australia y Nueva Zelanda. Estas leyes buscan proteger los derechos de autor mientras se fomenta un desarrollo tecnológico responsable.
Ulvaeus enfatizó que el uso de la IA debe enfocarse en “mejorar la creatividad humana en lugar de reemplazarla.” Afirmó que las decisiones tomadas en estos países podrían sentar un precedente global en el manejo ético de la tecnología.
Dean Ormston, de la organización australiana Apra Amcos, respaldó estas declaraciones. “Es urgente que los gobiernos actúen para proteger a los creadores.” Advirtió que el futuro de las industrias creativas depende de políticas claras que prioricen la originalidad humana sobre el lucro tecnológico.
Redacción