Se asocia a las devastadoras inundaciones en Valencia, aunque originalmente describe fenómenos meteorológicos diversos.
Uno de los sucesos que más ha marcado este 2024 ha sido sin duda el temporal que ha azotado Valencia. La palabra dana ha nacido para reemplazar su expresión equivalente ‘gota fría’ por la alarma que generaba esta última en los informes meteorológicos pero, irónicamente, tras los devastadores efectos en Valencia ha quedado también asociada con la catástrofe.
El término dana hace referencia al acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos. Éste se suele relacionar con lluvias torrenciales, pero también puede generar fenómenos como olas de calor o polvo africano. Se trata de una masa de aire frío en capas altas de la atmósfera que, al quedar aislada, provoca precipitaciones intensas y localizadas, a diferencia de las borrascas. Debido a su creciente notoriedad, se plantea la idea de nombrar las danas, similar a las borrascas, aunque su impacto no es tan grande en América hispanohablante, más centrada en fenómenos como huracanes o El Niño.
La fundación promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE elige un vocablo cada año en función de su impacto en los medios de comunicación y el debate social del mundo hispanohablante; aunque ya fue candidata a palabra del año en 2019 -sin conseguir entonces este reconocimiento-, dana se ha impuesto cinco años más tarde a otros once términos muy presentes en la actualidad informativa de 2024, incluyendo algunos tan populares como fango, woke, inquiokupa o mena.
Redacción (Agencias)
Fotografía: X de FundéuRAE (@Fundeu)