El misterio de los cráneos flexibles: cómo el tamaño del cerebro cambió a las aves

Investigación revela que la evolución de los cráneos de las aves modernas es clave para su adaptación y supervivencia, marcando la diferencia con los dinosaurios.

Las aves modernas son descendientes directos de los dinosaurios, pero con algunas diferencias importantes. Un estudio reciente realizado por investigadores de las universidades de Chicago y Missouri revela que el desarrollo de cerebros más grandes fue clave en la evolución de las aves, ya que permitió una flexibilidad en sus cráneos, algo fundamental para su modo de alimentación y exploración. Esta adaptación hizo que las aves pudieran evolucionar hacia las criaturas diversas que conocemos hoy.

El estudio explica cómo las aves, tanto voladoras como no voladoras, tienen cráneos flexibles que les permiten mover partes del cráneo de manera independiente. Esto, conocido como cinesis craneal, les da ventajas evolutivas, como el uso de sus picos para trepar, cascar nueces o, simplemente, alimentarse de diferentes tipos de comida. Los loros, por ejemplo, usan su pico casi como una mano, lo que les da una gran versatilidad.

El equipo de investigación usó modelos 3D basados en tomografías computarizadas de fósiles de dinosaurios y aves actuales para entender cómo se movían las mandíbulas y el cráneo. Encontraron que, a medida que los dinosaurios terópodos (como los velociraptores) aumentaban el tamaño de sus cerebros y cráneos, se desarrollaron nuevas capacidades en sus mandíbulas, lo que ayudó a la transición hacia las aves. Este aumento de tamaño también permitió que los músculos se redistribuyeran, mejorando la fuerza y la flexibilidad de sus cráneos.

Lo más sorprendente es que el cerebro más grande fue un factor clave en el desarrollo de la cinesis craneal en las aves modernas, convirtiéndose en una posible distinción entre las aves y sus ancestros dinosaurios. Aunque las plumas y el vuelo eran anteriormente los aspectos clave para distinguir entre aves y dinosaurios, ahora el cráneo flexible podría ser la verdadera línea divisoria. «La cinesis craneal podría ser una de las líneas divisorias claras entre las aves modernas y sus ancestros más parecidos a los dinosaurios», concluye el estudio.

Redacción (Agencias).