Investigadores de la Universidad de Stirling, en Escocia, aseguran que una simple caminata tranquila puede ser un componente importante a la hora de combatir algunos síntomas de la depresión, un trastorno mental que afecta a una de cada diez personas a lo largo de su vida.
Así se desprende de una revisión de ocho estudios con un total de 341 pacientes publicada en la revista ‘Mental Health and Physical Activity’, con la que han tratado de corroborar el papel que puede jugar la actividad física como parte del tratamiento de esta dolencia.
Los autores del informe sostienen que «caminar es una intervención efectiva de la depresión» y tiene un efecto similar a otras formas más enérgicas de ejercicio físico.
El ejercicio es una distracción de las preocupaciones, lo que da una sensación de control y libera hormonas del «bienestar».
Redacción (Agencias)