La actriz Scarlett Johansson ha recibido emocionada su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en un acto en el que estuvo acompañada por familiares y amigos y que tuvo como estrella invitada a su compañero de reparto en «Los vengadores«, Jeremy Renner. El nombre de la intérprete de «Lost in Translation» se convirtió en el número 2.470 en pasar a formar parte de las conocidas baldosas que se distribuyen a lo largo de cuatro kilómetros del bulevar de Hollywood por donde pasan anualmente millones de turistas.
«Es un regalo que me conmueve profundamente», ha asegurado Johansson antes de destapar la estrella ante la atenta mirada de la prensa, de curiosos y de cazaautógrafos que se agolpaban enfrente del museo de cera Madame Tussauds. «Nunca en mis veinte años en esta industria pensé que recibir una estrella sería una posibilidad, ni siquiera remota», comentó la actriz de 27 años, que recordó sus inicios en el mundo del espectáculo en Nueva York cuando era una niña y se mostró encantada de haber «logrado tanto con tan poca edad».
El momento más emotivo de la breve ceremonia tuvo lugar cuando Johansson apenas pudo contener las lágrimas al agradecer a su madre y a su abuela, presentes en el acto, su apoyo incondicional durante su carrera. «Mi abuela Dorothy, que este año cumple 90 y que ha volado desde Nueva York para estar aquí, es mi mayor animadora», afirmó la actriz, que reconoció sentirse «la persona más afortunada del mundo» por el trabajo que tiene.
Scarlett Johansson acudió con el pelo recogido, un vestido estampado en tonos blancos y negros y zapatos rojos de tacón, y posó durante varios minutos para los fotógrafos, sentada junto a su estrella. La intérprete también se acercó hasta donde estaban sus fans para firmar varios autógrafos y dedicarles carteles de la película «Los vengadores», que se estrena este viernes en Estados Unidos y en la que Johansson retoma el papel de la Viuda Negra que interpretó por primera vez en «Iron Man 2«.
Redacción (Agencias)