Colin Martin, un hombre de 32 años que vive en las calles de Newcastle desde hace varios años. Hace unos días, Colin caminaba por el centro de la ciudad inglesa pidiendo dinero cuando decidió acercarse a un grupo de jóvenes que estaban sentados en un local. El hombre les preguntó si tenían algo de cambio para prestarle. En ese momento, uno de ellos le dijo que no tenía cambio, solo su tarjeta.
El propio Colin le dijo que tomaba la tarjeta en tono de broma, y cuando ya se marchaba el joven le dijo que podía coger su tarjeta si prometía volver. «Me dijo que sacara 10 libras para mí y 10 para él», contó el hombre sin hogar.
Colin aceptó, el joven le dio su tarjeta y número PIN para retirar el dinero. A los pocos minutos, volvió al local en el que se encontraba con el recibo de la operación realizada.
Redacción (Agencias)