Un juzgado de Sevilla ha condenado a una pianista profesional a elegir entre dejar de tocar el piano en su casa o insonorizar el inmueble, así como a indemnizar con 8.000 euros a una pareja de vecinos, al considerar que vulneró el derecho fundamental de los demandantes a la intimidad personal y familiar.
En una sentencia El Juzgado de Primera Instancia número 18 de Sevilla estima parcialmente la demanda del matrimonio y declara que «los ruidos transmitidos» a su vivienda «por el uso del piano» constituyen una «intromisión ilegítima, perjudicial y nociva» para su salud.
El juez condena a la pianista a «dejar de tocar el piano en la vivienda o adoptar medidas de insonorización» para evitar la transmisión de «niveles sonoros excesivos, molestos y por encima de los límites legales».
El fallo también prohíbe a la concertista que en el futuro realice «nuevas intromisiones sonoras» con el piano «o cualquier otro instrumento» y le impone el pago de una indemnización de 4.000 euros a cada uno de los demandantes que ya ha abonado.
Redacción (Agencias).