El 4 de junio de 1984 la vida de Bruce Springsteen cambió para siempre con la edición de Born in the USA, el disco que le convertiría en el rey de los estadios y el ídolo del rock que conocemos hoy en día.
Tanto cambió la vida de Springsteen que desde mitad de los ochenta nunca volvió a ofrecer un disco tan incontestable, al tiempo que sus conciertos se convertían en ceremonias inapelables para festejar la veracidad del rock.
Aunque en realidad el grueso de Born in the USA eran piezas acústicas inicialmente destinadas al Nebraska de 1982, Springsteen las remozó junto a The E Street Band para convertirlas en piezas fundamentales del rock de los ochenta, plagadas de sintetizadores típicos de la época.
La jugada le salió perfecta a un Springsteen que venía de un disco acústico y terminó colocando a Born in the USA como el disco más vendido de 1985 (polémica con el presidente Ronald Reagan por el significado de la letra mediante), y que actualmente ya ha superado los 30 millones de copias despachadas en todo el mundo.
Y eso a pesar de no ser el disco favorito de sus fanáticos. A pesar de este pequeño detalle, muchas de sus canciones son fijas en los conciertos de Bruce Springsteen, quien incluso en sus conciertos ha llegado a tocar este álbum en su totalidad de principio a fin.
Redacción (Agencias)