Una estrella muerta de la Vía Láctea emite una mezcla única de emisiones de radiación nunca vista en este tipo de objetos y podría ayudar a resolver el origen de las misteriosas ráfagas rápidas de radio (FRB), unos estallidos de energía de solo unos milisegundos que se producen en el universo.
Los magnetares son remanentes estelares con unos de los campos magnéticos más intensos del universo que, cuando se «activan», pueden producir breves emisiones de radiación de alta energía que no duran ni un segundo, pero son miles de millones de veces más luminosas que el Sol.
A finales de abril, un magnetar (SGR 1935+2154) descubierto hace seis años en la constelación de Vulpecula, volvió a entrar en acción y, poco después, los astrónomos vieron «algo asombroso» pues no solo emitía los habituales rayos X, sino también ondas de radio, indica la Agencia Espacial Europea en un comunicado.
El hallazgo se debe a una colaboración global de telescopios, incluido el observatorio espacial de alta energía Integral de la ESA, el cual detectó la emisión de rayos X de alta energía del magnetar.
Redacción (Agencias).