Corrían los años 60, melenas y hippies se agolpaban pidiendo paz mundial. ‘No a la guerra’ en boca de la sociedad pero guerra fría en los gobiernos. Así se pintaba el mundo en el que The Rolling Stones hacía su aparición.
Parece mentira que la canción número 1 en la lista de VH1 de Las 100 canciones más grandes de rock & roll, la número 2 de Las 500 canciones más grandes de la historia de la revista Rolling Stone y la 5.ª canción más aclamada por los críticos de todos los tiempos no tuviera el favor de los dioses Mick y Keith.
El tema era de Richards: una noche en su cabeza sonaba la melodía y a la mañana siguiente estaba grabada en su grabadora. Él no recuerda cómo pero la grabo en duermevela. Sin embargo cuando votaron si este sería el próximo single tanto Mick Jagger cono Keith Richards votaron no. Menos mal que hubo tres votos a favor y la canción enamoró a toda una generación.
Redacción (Informativos).