Investigadores de la Universidad de Burgos han concluido que la música tuvo un papel fundamental en la autorregulación emocional durante el confinamiento de la pasada primavera que se prolongó desde marzo hasta mediados de junio de 2020 en España.
Los resultados del estudio titulado «La música como factor asociado a la autorregulación emocional: un estudio sobre su relación con la edad durante el encierro del COVID-19 en España» han sido publicados en la revista científica (Q1). El estudio utilizó una muestra de 1.377 españoles aplicando un diseño transversal, descriptivo y analítico.
Los resultados detectaron un incremento del 56% en el uso diario de la música para la autorregulación de las emociones, mientras que el consumo se disparó aún más entre la población mayor de 51 así como entre aquellos que pasaron el confinamiento en soledad como recurso para paliarla -especialmente en los jóvenes de entre 18 y 40 años-. De hecho, la música ayudó a paliar los pensamientos negativos en un 25% de la población muestra.
Estos resultados confirman que la música ha sido una de las expresiones artísticas más utilizadas para afrontar la soledad, para relacionarse con el exterior -véase como ejemplo los homenajes diarios que se sucedían al personal sanitario y a los servicios esenciales en los balcones de todo el país- o como herramienta para soportar estados psicológicos y emocionales catalogados como negativos como la ansiedad, la angustia y la depresión, entre otros.