Lograr que unos tacones de vértigo puedan ser confortables es posible gracias a la aplicación de investigaciones biomecánicas, neurociencia o técnicas de infrarrojos. El proyecto Taconshoe, pionero en el mundo, estudia cómo debe ser la curvatura o el quiebre de un tacón para que el zapato sea confortable a diferentes alturas.
Taconshoe es un proyecto de investigación que desarrolla el Inescop, el Centro Tecnológico del Calzado, que pretende aunar estética y comodidad. El proyecto estudia cómo debe ser la curvatura o el quiebre de un tacón para que el zapato sea confortable a diferentes alturas, algo en lo que intervienen factores como la deformación del pie cuando se sube a un zapato de tacón, la distribución de presiones sobre la zona del metatarso y los dedos o la alteración en la forma de caminar que produce este tipo de calzado.
Los expertos señalan que en una época marcada por la pandemia en la que los usuarios han apostado por el calzado confortable, no se trata de “fijar cuál es la altura recomendable, sino de aumentar el confort en cada una de las alturas que se fabrican.
Para ello, se ha desarrollado un simulador de quiebres o curvaturas del pie que permite colocarlo a diferentes alturas entre 0 y 9 centímetros, con el fin de encontrar la posición que genere mayor confort, tras lo que se digitaliza el pie en 3D a la altura escogida y los parámetros de confort identificados