La pesca fantasma es un concepto que se mencionó por primera vez en el ámbito de la ONU en 1985. Este término sirve para designar las redes perdidas en el mar que siguen capturando peces sin que nadie se beneficie, además de causar daños en el entorno marino.
Raúl Álvarez, responsable del centro de buceo Krakendive de Tossa de Mar, en Gerona, se ha implicado en un proyecto contra la `pesca fantasma´. Esta iniciativa, en la que Álvarez invierte tiempo y dinero, la lleva a cabo junto a otros submarinistas de toda España que escogen puntos donde intuyen que su labor será más necesaria.
Además, ha conseguido que quienes salen al mar, para ganarse la vida, le avisen cuando se quede alguna red o material de ese tipo en el agua sin posibilidad de rescatarlo. De esta manera, los buceadores se lo devuelven a los pescadores si es aprovechable y si no lo es lo reciclan, hasta el punto de que el año pasado se consiguió un 100 por cien de reutilización.
Hasta veinte buceadores de distintos puntos de España trabajan en el proyecto en una acción de voluntariado que conlleva a desplazarse a donde se notifica una pérdida de material de pesca, “aunque con los años es fácil identificar donde se acumula, que es en fondos donde hay pesca”, según Álvarez.
Raúl Álvarez explica que el objetivo principal de Krakendive es “generar proyectos” y asegura que ha tenido esa filosofía medioambiental desde su fundación en 1956, que él mantiene desde que asumió la dirección en 2016.