Los arqueólogos que han examinado los restos óseos de las víctimas de la erupción del Vesubio en el año 79 después de Cristo en Herculano han asegurado que han encontrado en los restos nuevos hábitos alimentarios.
Los alimentos que comían en aquella época no solo estaban diferenciados por la casta a la que pertenecías, sino también en función de si eras hombre o mujer. Si habías nacido mujer comías más productos animales y frutas y verduras cultivadas localmente, mientras que si eras hombre tomabas pescado más caro.
Las diferencias no se quedan ahí. Los hombres también obtuvieron una proporción ligeramente mayor de proteínas procedentes de los cereales en comparación con las mujeres. Por su parte, ellas obtuvieron una mayor proporción de proteínas procedentes.
Pero esto tiene una explicación. Y es que los hombres tenían más probabilidades de dedicarse directamente a la pesca y a las actividades marítimas. Esto les ayudaba a tener posiciones más privilegiadas en la sociedad, lo que les proporcionaba un mayor acceso a productos caros, como el pescado fresco.