El cantautor español Joaquín Sabina se rodeó de amigos en el primero de sus cuatro conciertos programados en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, en el marco de su gira «El penúltimo tren», y al que asistió el Premio Nobel de Literatura 1982 Gabriel García Márquez.
Vestido con pantalón rojo, camiseta de color oscuro, sombrero y chaqueta negra, el cantante, de 62 años, hizo un recorrido por sus éxitos y compartió el escenario con muchos de sus amigos en una fiesta con notas poéticas que se prolongó casi dos horas y media.
Sabina, quien se definió como «un novio regular», «un amante pésimo, según las estadísticas», y «un padre bienintencionado», y explicó que no sabía si era buen amigo, pero consideró que tenía «los mejores amigos del mundo».
Ante la insistencia del público, Sabina regaló poesía en forma de canciones durante casi media hora más después de haberse despedido y finalmente cerró su actuación con «y nos dieron las diez», un clásico de su disco «Física y Química».
Redacción (Agencias)