La actividad comercial tradicional de los municipios de Tenerife ha sido siempre de gran importancia para la sociedad isleña, esta ha contribuido al desarrollo económico y a la creación de empleo en los diferentes municipios de la isla. Sin embargo, los cambios de modelo económico en la isla de Tenerife, producto de una potenciación del sector turístico a partir de la década de los 70 del pasado siglo, hizo que municipios de zonas de interior alejados del modelo sol y playa perdieran su pujanza económica y por consiguiente su actividad comercial. Este hecho, junto con los cambios de hábitos de los consumidores, han provocado que núcleos poblacionales de pequeño tamaño tengan que adaptarse a la nueva realidad, la competencia de grandes centros comerciales o grandes Zonas Comerciales Abiertas de ciudades más grandes y la actual crisis sanitaria ha provocado que las necesidades de cambios de modelo de gestión de las zonas comerciales de municipios de pequeño tamaño sea más necesarias que nunca.
Es destacable que la actividad comercial se desarrolla en un entorno cada vez más competitivo y cambiante, la aparición de nuevos formatos comerciales, los cambios sociales, de estilo de vida e incluso factores coyunturales como la actual crisis provocada por el COVID-19, ponen en el foco la necesidad de desarrollar estrategias dirigidas al fomento de la competitividad del sector, de forma que se pueda garantizar su supervivencia en el largo plazo. El comercio proporciona a los municipios más pequeños de la isla, el desarrollo de su economía, empleo y además actúa como factor de cohesión social, dotando de vida a los pueblos y núcleos urbanos. Por este motivo desde el Cabildo Insular de Tenerife ven la necesidad de establecer una hoja de ruta y propuestas de mejora, que busque la modernización del sector en los diferentes lugares de nuestra isla, haciendo hincapié en factores como la digitalización, el marketing del municipio, el establecimiento e identificación de una marca común, el asociacionismo del sector, un plan de relevo generacional, la potenciación del sector de la restauración, el ocio y los sectores complementarios a la actividad comercial, junto con la explotación de los recursos patrimoniales, naturales y paisajísticos con los que en muchos casos cuentan.
En los últimos años, desde el Cabildo Insular de Tenerife, se ha desarrollado una estrategia consistente en la potenciación de las Zonas Comerciales Abiertas, esta ha consistido, en líneas generales, en la mejora de las infraestructuras para el incremento de la competitividad de estas áreas urbanas, de modo que pudieran competir contra otros formatos comerciales que ofrecen una amplia variedad de servicios añadidos, de este modo surgió el concepto de Zona Comercial Abierta, como fórmula más idónea para dotar de vida al comercio tradicional y lucha contra la pujanza de Grandes Superficies.
En este sentido, como complemento a la línea estratégica anterior, desde el Área de Empleo, Desarrollo Socioeconómico y Acción Exterior, se trabaja en la consecución de las siguientes metas:
• Creación, fortalecimiento y consolidación de Zonas Comerciales Abiertas en los diferentes municipios de la isla de Tenerife.
• Revitalización y fortalecimiento del tejido empresarial existente.
• Fomentar la transformación del sector comercial minorista hacia las nuevas tendencias del mercado, centrado en el cliente (a sus hábitos y demandas, con contacto permanente con el mismo) y como eje de las actividades económicas en los espacios urbanos.
• Potenciación del atractivo de la experiencia de compra en estos municipios.
• Imagen/refuerzo marca comercial municipal (Elementos diferenciadores, comercio, identidad…)
• Fomentar las buenas prácticas medioambientales relacionadas con el comercio.
Por último, el Cabildo Insular de Tenerife es consciente de que estas acciones no se traducirán, necesariamente, en resultados positivos para nuestro comercio sin la necesaria sensibilización de los consumidores, nuestras gentes, respecto a la importancia que para nuestra calidad de vida tiene el comercio minorista que se instala en nuestras calles, cerca de nuestros hogares y en nuestros principales núcleos urbanos. Por ello, además de actuar sobre la oferta comercial, ha venido trabajando en la sensibilización de la demanda mediante campañas publicitarias de promoción del llamado «comercio cercano». La preservación de esta actividad es y será una tarea global de la sociedad tinerfeña y debemos luchar por conservarla.