El centro de Shanghái, la segunda ciudad más habitada de China con 23 millones de personas, tiene ya tal densidad de población que si mantiene su crecimiento actual las autoridades locales podrían quedarse sin recursos para los habitantes en tres años.
Así lo asegura un informe de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo de Shanghái, el principal organismo asesor del Gobierno local, que asegura que la densidad de población del centro de la capital económica de China llega a casi quintuplicar la media de otras grandes metrópolis del mundo.
Esto significa también que cerca de la mitad de la población local, unos 11,5 millones de personas, vive en los distritos del centro urbano de la ciudad, que ocupan sólo el 10 por ciento de los terrenos municipales y cuyas calles datan de la época colonial británica o francesa, de finales del siglo XIX o principios del XX. Por eso, aunque se ha renovado buena parte de los edificios del centro, Shanghái sufre una tensión de tráfico difícil de comparar con la de otras grandes urbes del país.
Para atenuar el problema, el organismo consultivo propone que el Gobierno local controle estrictamente el número de nuevos proyectos inmobiliarios de alta densidad que se construyan en el centro, donde abundan los edificios residenciales de más de 30 pisos, y que mejore la calidad de los servicios públicos de las afueras. La menor calidad del transporte y los centros médicos y educativos del extrarradio, además de las grandes distancias para llegar al centro, disuaden a muchos shanghaineses de mudarse a las más tranquilas afueras.
Otra preocupación de la Conferencia Consultiva es la posible escasez de agua en el centro urbano, ya que ahora mismo la ciudad intenta mejorar su red para garantizar el suministro a los grifos de toda la ciudad para 2015, cuando puede que los residentes en Shanghái superen los 26 millones de personas.
Redacción (Agencia)