El álbum de Bob Dylan Blood on the Tracks se publicaba un 17 de enero, pero de hace 47 años, en 1975.
Bob Dylan acababa de separarse de su esposa, Sara, cuando empezaba a crear su disco Blood on the Tracks. El resultado fue un álbum lleno de angustia, ira y soledad. Y es que, según afirmaría años más tarde su hijo, Jacob, «las canciones son mis padres hablando».
Blood on the Tracks era el decimoquinto álbum de estudio de Bob Dylan, y fue calificado por la crítica como uno de sus mejores trabajos. Tanto es así, que ha llegado a ser incluido en listados de «mejores álbumes de todos los tiempos». Es también uno de los álbumes con mayores ventas del catálogo musical de Dylan y ha sido certificado como doble disco de platino por la RIAA.
Bob Dylan pasaba un mal momento personal
Cuando se empezó a grabar Blood on the Tracks, en septiembre de 1974, el matrimonio de Bob Dylan con su mujer, Sara, ya se había disuelto en la práctica. Eso sí, no fue hasta 1975 cuando se separaron para siempre. Además, ella alegó malos tratos, y eso le costó al cantante unos 36 millones de dólares y, además, perder la custodia de sus hijos. Ella, por su parte, se comprometió a no volver a hablar de la vida privada de la pareja.
Toda esta situación se vio reflejada en los temas de Bob Dylan, de modo que las diez canciones que conforman el disco tienen claros rasgos autobiográficos (como decíamos, su propio hijo así lo confirmó, aunque el cantante lo negase repetidamente), y narran historias sobre dolor, violencia y un amor que se ha terminado.
Redacción
