Un año entero se pasó la diva preparando su papel de Patrizia Reggiani, la viuda de Maurizio Gucci, condenada por haber pagado un sicario para acabar con la vida de su esposo; un papel que no parece haberle hecho ni pizca de gracia a la italiana, tanto que Gaga piensa que le ha echado algún tipo de maldición.
Según ha contado la intérprete en una entrevista a la revista W, cuando estaba en el balcón de su apartamento de Roma, a punto de acabar el rodaje, un enjambre de moscas empezó a seguirla a todos lados; algo que la neoyorkina piensa que las había enviado la mismísma Reggiani.
La exesposa se ha mostrado muy decepcionada porque la cantante no se pusiera en contacto con ella a la hora de meterse en su piel en la gran pantalla, algo que Lady Gaga sostiene que no hizo para que no verse influenciada a la hora de interpretar su papel por el cual se ha convertido en una de las firmes favoritas a la hora de alzarse con el Óscar a la mejor actriz protagonista.