Un informe publicado por la ONG noruega GRID-Arendal en colaboración con la ONU y diversas entidades relacionadas con la montaña concluye que las alturas también están llenas de desperdicios y, como sucede con el mar, el plástico es el más abundante de ellos.
El documento se titula ‘Plastic on peak’ en un juego de palabras traducible como ‘El plástico en la cima’, tanto de la montaña como de los residuos encontrados en ella.
Según el informe, los residuos pueden encontrarse «en todas las cordilleras del mundo» y en todos los niveles, «desde la base hasta la cima», por lo que «tanto los habitantes como los visitantes» de las montañas exigen «más educación sobre el impacto de la basura y opciones alternativas más sostenibles y reutilizables».
Los plásticos duros, con el 88 % del total de desperdicios detectados, son los más abundantes, pero también los desechos orgánicos -incluyendo papel higiénico y toallitas húmedas usadas- que suponen un riesgo especialmente en la posible contaminación de fuentes de agua, además de cartones, vidrios, restos textiles de prendas deportivas, residuos metálicos, restos electrónicos y pilas.
Para la organización no gubernamental noruega, «mejorar la responsabilidad individual es clave para reducir la basura» a través del principio de «no dejar rastro» de la presencia propia en el medio natural, si bien algunos especialistas creen que hay que ir más allá.
Redacción (Agencias)