El estudio de tres ánforas, descubiertas en el fondo marino, ha ayudado a descubrir algunas de las prácticas utilizadas por los romanos para elaborar, conservar y posiblemente para aromatizar el vino que consumían.
El estudio, dirigido por la Universidad de Aviñón (Francia), sugiere que los romanos usaban uvas autóctonas para hacer vino y que, después, lo conservaban en unas ánforas que previamente habían sido impermeabilizadas con brea de alquitrán importado. Los autores examinaron tres ánforas de la época romana halladas en un depósito del fondo marino cerca del puerto de San Felice Circeo, Italia, a unos 90 km al sureste de Roma.
Los autores sugieren que las ánforas se utilizaban en los procesos de elaboración de vino tinto y blanco, y que el pino servía para crear alquitrán e impermeabilizar las tinajas y quizás también para aromatizar la bebida, como se ha observado en yacimientos arqueológicos similares. El polen de la vid coincide con el de las especies silvestres de la zona, lo que sugiere que estos bodegueros utilizaban plantas locales, aunque no está claro si estas estaban domesticadas en aquella época. Por su parte, el alquitrán de pino no es local y, probablemente, fue importado de Calabria o Sicilia, según el estudio.
Redacción (Agencias).