Lady Gaga sigue aprovechando su facilidad para mover masas, y una vez más lo ha hecho con la originalidad que la caracteriza. Esta vez, la cantante se ha hecho un tatuaje en la parte posterior de la cabeza durante la fiesta de lanzamiento de su nuevo perfume, celebrada en el Museo Guggenheim de Nueva York.
La siempre controvertida artista ha aprovechado el evento en el que presentaba su nueva fragancia, Fame, para exhibirse tatuándose en la cabeza el rostro de un niño con alas, tocado con una corona similar a la de la Estatua de la Libertad.
Pero, antes de nada, la cantante se ha echado una siesta en una cama de diseño expresionista situada en el interior de un frasco de perfume gigante, para ser observada por los asistentes como si fuera una obra de arte.
Poco después Gaga se ha afeitado la parte de la cabeza en la que iba a plasmarse el tatuaje. Y para ello, la artista no ha dejado pasar ni un solo detalle: la neoyorquina ha aparecido ataviada con lencería, cubierta con marcas de carmín, fumando, y bebiendo tequila mexicano.
«Durmiendo con Gaga» ha sido el nombre elegido para la presentación de la excéntrica autora de los temas «Bad romance» o «Born this way», que ha tenido lugar ante amigos suyos que asistieron a la fiesta en el museo Guggenheim, como la heredera Paris Hilton, y se ha retransmitido en directo por internet, coincidiendo con la clausura de la Semana de la Moda de Nueva York.
Redacción (Agencias)