El próximo lunes la aplicación móvil que revolucionó el mundo de las citas, Tinder, cumplirá diez años.
Gran parte de su éxito se debe a la forma en la que los usuarios encuentran pretendientes, deslizando a la derecha o a la izquierda, en función de si alguien te gusta o no, lo que convierte la búsqueda en todo un «juego».
Según la aplicación, a lo largo de esta década han tenido 500 millones de descargas y más de 70.000 millones de «matches» (conexiones) en todo el mundo.
La plataforma también destaca que esos deslizamientos o «swipes» han llegado a superar los 4.000 millones en un solo día.
De acuerdo con Tinder, la mitad de sus miembros pertenecen a la generación Z, es decir, entre 18 y 25 años.
LA CARA B: EL ACOSO
Muchos han logrado a través de Tinder encontrar a su «media naranja» pero, desgraciadamente, también son muchas las personas que deciden no usar la plataforma por culpa del acoso que han sufrido.
El pasado año Tinder introdujo las funciones: «¿Estás seguro?» y «¿Esto te está molestado?» para reducir el acoso dentro de la aplicación.
Y como ocurre en otras plataformas, la estafa y el engaño también se abren hueco. Famoso es el caso de Simon Leviev, conocido como El Timador de Tinder, que adquirió mucha notoriedad cuando se publicó en Netflix un documental protagonizado por tres mujeres que aseguraban haber sido estafadas por este hombre a través de la aplicación de citas.
En resumen, Leviev se presentaba como un heredero de un empresario rico de Israel. Ganaba a sus pretendientas con impresionantes regalos y después las pedía dinero asegurando que «sus enemigos» le estaban amenazando de muerte.