La salud mental se encuentra en boca de todos en los últimos años con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas. Los factores como la soledad o infelicidad son determinantes a la hora de evaluar el envejecimiento prematura y, además, pueden dañar más que el tabaquismo en algunos casos.
Esta realidad la han comprobado investigadores de Estados Unidos y China y han llegado a la conclusión de que el daño molecular se acumula en las personas con una salud mental inestable. La fragilidad y enfermedades graves se relacionan con el envejecimiento, pero en algunas personas puede darse de una manera más severa que en otras.
Los resultados han sido publicados por la revista especializada Aging-US y han corroborado la trascendencia de que cualquier terapia contra el envejecimiento también aborde el terreno de la salud mental equiparándola a la salud física.
De hecho, los datos han sido revelados después de numerosas pruebas como la extracción de sangre y resulta que, sentirse infeliz y solo aumenta la edad biológica. De este modo, hay factores que aceleran la vejez más que fumar.
Según Manuel Faria de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), los estados mentales y psicosociales son algunos de los indicadores más sólidos de los resultados de salud y la calidad de vida, «pero se han omitido en gran medida en la atención médica moderna”.
Redacción (Agencias)