El núcleo interno de la Tierra, una bola caliente y densa de hierro sólido situada a más de 5.000 kilómetros de profundidad, es el lugar más inaccesible de nuestro planeta. Ahora, un equipo científico chino ha constatado que su rotación podría haberse detenido recientemente y estar invirtiéndose.
Los resultados de la investigación, a partir del análisis de decenas de terremotos, es que esta variación se correlaciona con pequeños cambios en observaciones geofísicas en la superficie terrestre, como el campo magnético o el aumento o la disminución de la duración de los días.
La Tierra está formada por varias capas: la corteza, el manto, el núcleo externo y el núcleo interno. Esta última, la capa más profunda, está rodeada por un núcleo externo líquido, lo que le permite girar de forma distinta a la rotación de la propia Tierra. El giro del núcleo interno es impulsado por el campo magnético generado en el núcleo externo y equilibrado por los efectos gravitatorios del manto.
Desde 2009 aproximadamente, las trayectorias de las ondas sísmicas de terremotos que antes mostraban una variación temporal significativa han experimentado pocos cambios, lo que sugiere que la rotación del núcleo interno se ha detenido. También han constatado que esto puede estar relacionado con una inversión de la rotación del núcleo interno como parte de una oscilación de siete décadas.
Redacción (Agencias).