El icono de la publicidad de la Puerta del Sol de Madrid, El “Tío Pepe”, cuenta su historia en una exposición que recorre las múltiples vidas de esta botella con guitarra, sombrero y chaquetilla.
Nació en 1935 y forma parte relevante del paisaje del centro de Madrid. La Sala de Arte “Tío Pepe” de las bodegas de González Byass, propietaria de la marca de vino fino, acogerá hasta el 16 de abril de este año la muestra “Tío Pepe, de Jerez al mundo: historia de un icono”.
De este modo, los visitantes emprenderán un viaje por la historia publicitaria de esta figura, que ha llegado a mundo tan diversos como el del arte, deporte, cine, literatura y también música.
«Es un icono que no se hace de la noche a la mañana», cuenta a EFE Jesús Anguita, gerente de la Fundación González Byass, responsable de su archivo histórico, y comisario de esta muestra con la que la bodega jerezana quiere «dar a conocer la historia publicitaria de la marca».
EL NACIMIENTO DE UN VINO
El «Tío Pepe» era José María Ángel y Vargas, el tío materno del fundador de González Byass, Manuel María González y Ángel, que iba de Sanlúcar de Barrameda a Jerez para cuidar las soleras de su sobrino.
Su apoyo en la creación de la primera solera de este fino fue decisivo en el nacimiento de un vino que ya en el siglo XIX viajaba a Inglaterra, Estados Unidos, Francia o Rusia, y a las copas de la casa real española.
«En nuestros archivos la primera referencia de que ese vino fino se llama ‘Tío Pepe’ la tenemos en 1853″, justo el año posterior al fallecimiento de José María Ángel y Vargas, por lo que se deduce que su sobrino “quiso que llevara su nombre en su honor”.
La marca fue registrada en el Reino Unido el 31 de mayo de 1886, y en España el 23 de abril de 1888.
«Otra figura clave en la dimensión que terminó alcanzando ese icono tan representativo es Luis Pérez Solero, que fue contratado en 1934 como jefe de propaganda de la empresa y que fue el primero que mandó construir una escultura con esa forma de botella que es tan conocida a día de hoy«, cuenta Jesús Anguita.
El publicitario creó en 1935 el icono de «Tío Pepe», humanizando una botella con su guitarra, sombrero y chaquetilla, para acompañar al torero jerezano Ventura Núñez, Venturita, que tomó su alternativa en las Fallas de Valencia en 1936.
González Byass fletó un autobús para que muchos jerezanos acompañaran a su paisano y «en la plaza de toros se estrenó la escultura de ‘Tío Pepe'».
La figura del «Tío Pepe» empezó ahí un largo camino que aparece resumido en la exposición «de una manera sucinta porque hay muchas representaciones que hemos tenido que dejar fuera», aclara el responsable del archivo histórico.
Sin apenas cambios, aunque «en el año 2001 hubo una ruptura grande con el logo, que pasó ser más estilizado», el diseño se popularizó y convirtió en parte del paisaje de espacios como la Puerta del Sol de Madrid, adonde llegó en 1957.
La muestra tiene como escenario la Sala de Arte Tío Pepe de González Byass, una bodega familiar fundada en Jerez en el año 1835.
Redacción (Agencias)