Según un estudio, las poblaciones de aves en Europa han caído de media un 25 % los últimos 40 años, una cifra que sube al 57 % si sólo se cuentan las especies típicas de zonas agrícolas, sobre todo por culpa de la agricultura intensiva. La intensificación agraria de las últimas décadas es la causa principal de la pérdida de aves, en concreto la expansión de los monocultivos y el uso masivo de pesticidas y fertilizantes, porque eliminan insectos y plantas, que son la base de su alimentación y refugio.
Con la intensificación de la agricultura se ha incrementado el uso de fertilizantes y pesticidas, productos que eliminan los insectos y otros invertebrados del suelo, alimento esencial de muchos pájaros, especialmente en la época de cría cuando los polluelos necesitan mucha proteína. Los ornitólogos han advertido que estos productos también contaminan las semillas y, si los pájaros las ingieren, las sustancias tóxicas se van acumulando en su organismo y pueden llegar a causarles la muerte.
El cambio climático es la segunda causa y está detrás de la pérdida del 40 %, de media, de las poblaciones de aves propias de ambientes fríos y de un 18 % de las de hábitats cálidos. La urbanización es el tercer factor, porque cada vez hay menos zonas verdes y más edificación en las ciudades.
Redacción (Agencias).