El uso problemático de las redes sociales es uno de los elementos más importantes que inducen a la juventud a la ingesta de ansiolíticos que, sin embargo, son un parche y no atienden al problema de fondo que tienen muchos jóvenes. Así lo ha explicado el investigador principal en el Instituto de Transferencia e Investigación de la Universidad Internacional de La Rioja, Joaquín González Cabrera, también investigador principal dentro del Grupo de Ciberpsicología de esta universidad.
España es el país del mundo con mayor consumo de tranquilizantes, según datos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, y los jóvenes no son ajenos a ellos, en muchas ocasiones, como consecuencia de las expectativas que les generan las redes sociales y que no saben cómo regular, ha detallado este especialista.
Ha recalcado, sin embargo, que el consumo de ansiolíticos en la juventud es una cuestión muy poliédrica y en la que median muchos elementos, uno de ellos, las redes sociales, que tiene un peso importante a este respecto. A ello también se suman otros factores, como la normalización del consumo de ansiolíticos en las familias, que han pasado a formar parte del botiquín en muchos hogares porque los mayores consumen muchos tranquilizantes.
Otros factores que influyen son el peso de la industria farmacéutica, la facilidad existente para conseguir una receta o el consumo también de otras drogas y el uso problemático de las redes sociales, que está haciendo daño a muchos jóvenes. Hoy en día (ha subrayado) los chicos y chicas no tienen una mochila de habilidades y de competencias básicas para la vida, que les sea suficiente y contingente a todas las demandas que tienen, entre ellas, la de las redes sociales.
Redacción (Agencias).