La Sagrada Familia alcanzará un hito en 2025 con la culminación de su torre más alta, la Torre de Jesucristo, la última de las seis torres centrales aún por construir. Esta estructura se coronará con una gran cruz que funcionará como mirador, ofreciendo vistas inigualables de Barcelona y espacio para once personas.
Durante las jornadas de puertas abiertas de este año, que tendrán lugar del 21 al 24 de septiembre, los visitantes podrán contemplar un prototipo a tamaño real de uno de los fragmentos de la cruz, según se anunció en una visita al templo. La cruz, que pesará unas 200 toneladas, estará formada por cuatro brazos de 17 metros de alto y 13,5 metros de ancho. Fabricada en cerámica esmaltada en blanco, reflejará el cielo, creando un efecto de cristal para simbolizar la luz de Cristo.
El proceso de construcción de la cruz incluye técnicas y materiales innovadores. Entre ellos, se encuentran cerámica esmaltada y vidrio curvado y laminado especialmente diseñados para esta estructura. Además, las ventanas del mirador tendrán tres capas de vidrio para asegurar su resistencia y estética.
Jordi Faulí, el arquitecto director de la obra, ha señalado que se espera que la cruz esté terminada a finales de 2024. La torre de Jesucristo será bendecida en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí. A finales de este año, está previsto colocar el último panel del cuerpo principal de la cruz, para posteriormente construir el terminal de piedra y la cruz.
Cuando la torre esté finalizada, alcanzará los 172,5 metros de altura, convirtiéndose en la iglesia más alta del mundo. Este año también se ha avanzado en otras áreas, como la construcción de la planta baja de los claustros anexos a la capilla del Asunto.
El futuro de la fachada de la Gloria sigue en discusión, especialmente en lo que respecta a la escalinata proyectada por Gaudí, cuyo desarrollo implicaría derribar edificios cercanos.
Redacción (Agencias)
