Este domingo, a las 14:44 horas (hora peninsular), se despide oficialmente el verano para dar paso al otoño. Su llegada está marcada por el equinoccio, un fenómeno astronómico que se produce cuando el Sol se alinea directamente sobre el ecuador, lo que provoca que el día y la noche tengan prácticamente la misma duración en todo el planeta. Este evento ocurre dos veces al año: en marzo, cuando comienza la primavera, y en septiembre, cuando inicia el otoño.
Este momento es calculado con precisión por los científicos, quienes observan la inclinación de la Tierra y su órbita alrededor del Sol. Es por esto que el otoño comienza exactamente en un día y hora específicos, variando ligeramente cada año.
El otoño, más allá de ser un cambio en la temperatura y el clima, es una estación que ofrece numerosos beneficios. Es un periodo de transición que permite una pausa tras el calor del verano, refrescando el ambiente y preparando la naturaleza para el invierno. Las temperaturas más suaves y la caída de las hojas ofrecen un paisaje lleno de color y serenidad. Además, esta estación es ideal para la reflexión, la introspección y para disfrutar de actividades al aire libre sin el calor sofocante del verano.
El otoño también trae consigo cambios significativos en la fauna y la flora. Es la época de la cosecha, cuando muchos frutos y verduras alcanzan su punto álgido, y los animales comienzan a prepararse para el invierno. En resumen, el otoño es una estación de transformación que ofrece belleza, tranquilidad y un merecido respiro antes del frío invernal.
Redacción