El treparriscos, una especie con una población escasa en España, entre 1.200 y 1.800 ejemplares reproductores, ha sido elegido como el Ave del Año 2025 por la organización SEO/BirdLife.
En nuestro país existen entre 600 y 900 territorios de treparriscos, una especie de las «más llamativas» de la avifauna española, una de las más esquivas, de vuelo ondulado y espasmódico como el de una enorme mariposa.
Los impactos del cambio climático y la alteración de los hábitats están entre las principales causas para la disminución de los ejemplares de una especie muy ligada a las montañas y difíciles de observar.
El treparriscos (Tichodroma muraria) tiene una coloración predominantemente pizarrosa, lo que facilita que sus ejemplares pasen inadvertidos hasta que levantan el vuelo desplegando sus alas redondeadas de un color bermellón.
Es un ave ligada a los cortados rocosos en zonas de montaña, insectívora, y consume todo tipo de pequeños invertebrados que captura en las paredes rocosas o en huevos, fisuras y repisas con vegetación, y, ocasionalmente, se alimenta de la corteza de algún árbol o entre matorrales rupícolas.
Se distribuye por zonas de montaña de Eurasia, y en España en su área más occidental, concretamente en la cordillera Cantábrica y en Pirineos. Su periodo de reproducción va de mediados de mayo a principios de junio.
El treparriscos ha sido elegido por 2.537 votos (36,81 %) como Ave del Año 2025, en un proceso de votación abierta y participativa en el que se recibieron 6.883 votos, según la ong.
Esta organización desarrolla esa campaña desde 1988 para llamar la atención sobre la situación de algunas especies de la avifauna española, con lo que la ONG pone el foco cada año sobre una especie para concienciar sobre su declive poblacional o porque sus hábitats presentan amenazas relevantes para su conservación. Hasta ahora, 36 especies han obtenido esta distinción.
Redacción (Agencias)