Un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins y el Laboratorio Cold Spring Harbor en Estados Unidos ha identificado genes clave que permiten cultivar tomates y berenjenas más grandes. Este hallazgo no solo promete aumentar el tamaño de estos cultivos, sino también mejorar su sabor, lo que podría beneficiar la agricultura global y mejorar las variedades autóctonas en regiones donde los cultivos locales no son suficientemente grandes para la producción a gran escala.

Los investigadores utilizaron análisis computacionales para comparar los mapas genéticos y rastrear la evolución de ciertos genes a lo largo del tiempo. Descubrieron que muchos de estos genes se habían duplicado durante millones de años, lo que permite modificaciones genéticas que podrían ser aprovechadas para mejorar los cultivos. El genetista Michael Schatz destacó el gran potencial de este descubrimiento, sugiriendo que, con las licencias adecuadas, las semillas modificadas podrían enviarse globalmente, abriendo nuevos mercados agrícolas.
En particular, los científicos hallaron un gen en la berenjena africana que regula el número de cavidades de semillas en el fruto. Al editar estos genes en tomates, lograron cultivar tomates más grandes al aumentar el número de lóculos, lo que demuestra cómo un simple cambio genético puede tener un gran impacto en el tamaño de la fruta. Los investigadores esperan que esta tecnología pueda aplicarse para producir tomates más sabrosos, beneficiando a los consumidores.
Redacción (Agencias).