Adiós a los concursos de belleza caninos. Existe algo más allá de su raza, el brillo de su pelo o la forma de pasear. Las competiciones, en especial en este tiempo, se centran en los deportes. Quien tenga un perro seguro que ha jugado con él lanzándole una pelota o un palo. Algo tan simple como es es la base del «disc dog», un deporte que hace correr, «volar» e incluso «bailar» a los canes al ritmo de la música para capturar un frisbee (disco volador).
Aunque su origen está en Estados Unidos, cada vez son más los aficionados a este deporte en Europa y un ejemplo de ello es la competición que desde el pasado viernes y hasta este domingo se celebra en Vitoria y en la que 38 equipos procedentes de diversos lugares de España y también de Francia y Portugal, buscan plaza para dos mundiales de «disc dog». Destaca la modalidad conocida como «freestyle», 120 segundos de coreografía entre guía y perro con varios discos al ritmo de la música. Una disciplina muy visual en la que sólo se precisa de unos discos voladores especiales para no hacer daño a la boca del animal y una superficie plana y blanda, a poder ser hierba.
Aunque predominan los border collies por su agilidad, no se necesita tener un perro de una raza determinada. Además, con este deporte, se fomenta la obediencia y se fortalece el vínculo con el ser humano.
Redacción (Agencias)