La emblemática Torre Eiffel de París se ha hecho un lavado de cara para modernizarse con los tiempos y, de paso, adaptarse a lo ecológico. Y es que el nuevo primer piso de cristal de la Torre Eiffel se ha convertido en toda una experiencia de vértigo para parisinos, turistas y demás curiosos.
Y es que aquellos que acudan a partir de ahora a visitar el monumento turístico de pago más visitado del mundo tendrán la posibilidad de caminar sobre un piso de cristal a nada más ni nada menos que 57 metros de altura del suelo. Para que la experiencia sea completa, las paredes del primer piso también están construidas en cristal y sobresalen hacia afuera unos grados. Este curioso ‘lavado de cara’ pretende convertirlo en un espacio de visita dedicado al sector servicios -restauración y tiendas, principalmente-, así como para conocer su historia a través de un museo modernizado.
La renovación también se ha justificado por el ahorro de energía. Así han podido reducir las facturas del aire acondicionado en verano al poder mover los paneles de cristal, introduciendo paneles solares para calentar una parte del suministro del agua caliente del edificio y abastecimiento de agua para los aseos aprovechando la lluvia y la utilización de iluminación LED.
Redacción (Agencias)