Desterrar el miedo, el pánico a dormir que pueden llegar a experimentar las personas que han sufrido algún trauma, y adiestrar el cerebro para soñar sólo en positivo es ya posible.
Los «sueños lúcidos» -ése es el nombre con el que los psicólogos han bautizado esta técnica- se consiguen mediante la estimulación del cerebro dormido con corrientes eléctricas de baja intensidad, una técnica, mantienen los investigadores, absolutamente exenta de riesgos y con la que el paciente distingue «siempre» lo que es real de lo que es sueño.
Una de las investigadoras que ha volcado parte de su trabajo durante los últimos años en esta nueva técnica es la alemana Úrsula Voss, catedrática de Psicología en el Instituto de Psicología de la Universidad Friedrich-Wilhelms de Bonn.
Si dormir es necesario «soñar es sano», dice la catedrática alemana, pero insiste en la necesidad de superar la ansiedad y el pánico al sueño y en la oportunidad que esta terapia ofrece de entrenar el cuerpo humano para que sea capaz, gracias a esas técnicas de inducción, de «generar» sueños lúcidos.
Los «sueños lúcidos», que ya se están aplicando en clínicas de varios países, no pueden sustituir la medicación que tenga pautada un paciente, pero sí permiten al psicólogo -asegura- adentrarse en el fondo de un paciente.
Y por supuesto insiste esta catedrática en que se trata de una terapia que va a resultar útil para superar por ejemplo un trauma psicológico, pero «nunca» para trabajar sobre los cerebros dañados de aquellas personas que padecen enfermedades neurodegenerativas.
Redacción (Agencias)