Hace décadas que en Estados Unidos y Canadá los descansos de los eventos deportivos se animan con la cámara del beso, la kiss cam. Se trata de una cámara que busca parejas entre el público y enfoca a algunas de ellas al azar proyectando su imagen en el estadio a través de las pantallas gigantes. El público está pendiente de ver la reacción de la pareja y de celebrar o abuchear el beso que se den.
El partido, celebrado en la casa del Atlético de Madrid, trascurría con la tensión propia de un encuentro de alto interés, pero con el público animado por los dos tantos a favor del equipo de casa. Durante el descanso el speaker del Calderón comenzó a explicar lo que iba a pasar en las grandes pantallas que flanquean el estadio, customizadas con forma de corazón de la firma que lo ha promovido.
Las parejas se miraban unas a otras y a la vez espiaban las grandes pantallas por si les enfocaban. Por fin, en los últimos cinco minutos del descanso la kiss cam empezó a hacer de las suyas buscando parejas… Besos tímidos entre las primeras parejas, una chica que se resistió a recibir el beso de su acompañante en varias ocasiones hasta que a la tercera claudicó -y se llevó la mayor ovación de todas-, una parejita de niños que se besaron en la mejilla, algún beso más efusivo y, por fin, la pareja ganadora, en la que la chica, además de besar a su pareja besó también los colores rojiblancos de su bufanda.
Cada beso era valorado por un jurado especial formado por dos chicas del grupo de las féminas del club más Silvia Muñoz, imagen de la marca patrocinadora. Cuando las cámaras terminaron de jugar el público se arrancó con un fuerte aplauso para la iniciativa y para la pareja ganadora. Esto sirvió para animar un poco el ambiente y subir las bajas temperaturas que acompañaron a todo el encuentro.
La gran acogida de la kiss cam y su directa relación con el beso como gesto amoroso han llevado al perfume “Amor Amor” (Cacharel) a convertirse en el embajador de esta iniciativa.
Redacción