¡Qué noche la de anoche! Miguel Bosè jugaba en casa y no defraudó. Durante dos horas y media desgranó los grandes éxitos de su carrera y los nuevos temas de su último disco «Amo».
Acompañado de una espectacular escenografía -centrada en unas torres de pantallas que mostraban retazos de la vida interior de Bosè: dragones, bosques, ballenas– y de blanco impoluto, el artista abrió el concierto con «Amo», tema central de su última producción y toda una declaración de intenciones. Tras la apertura, más temas del nuevo disco: Encanto y Libre ya de Amores.
Con la ovacionada El Hijo del Capitán Trueno comenzaba el repaso a los temas de siempre. Salamandra, Nena y Aire Soy sonaron espectaculares y muy cercanas a la versión original, para disfrute de unos seguidores entregados al magnetismo Bosè. Mención especial para la legendaria Horizonte de las Estrellas, fuera del repertorio de los directos del artista durante años.
Sevilla, Como un Lobo y Morena Mía contribuyeron a desatar por fin la locura colectiva. Público en pie y bailes «made in Bosè» en el escenario. Además de las espectaculares pantallas, el artista, se acompaña de «su familia» en gira: sus músicos. Destaca entre este cuerpo artístico la «mítica» Helen de Quiroga que, esta vez con look «rubia platino», sigue dando lustre con maestría a los temas de Miguel Bosé. Son incontables ya las giras que acumulan juntos. Una tradición que se intuye y desea irrompible… como la magia entre ambos en el quejío final de Te Comería en corazón.
Con Sí se puede, alegato contra los corruptos, el artista encaró la recta final del show. Recta larga y cuesta abajo: Bambú y Amante Bandido resonaron en el ruedo de Las Ventas como un mantra para los fans de Bosè. De la constelación de éxitos a los que este madrileño (nacido en Panamá) se empeñó en sacar brillo resalta uno: Que no hay. Publicada en 1987, esta canción forma parte de su álbum XXX. La versión fue, sin más, delicada y espectacular.
Derroche final para volver a uno de los clásicos más queridos y recordados de su repertorio: Te amaré, una carta de amor que escribió con 19 años. En este ambiente íntimo, casi exhausto, Bosè cerró el concierto con otro de sus grandes temas amorosos: Por ti.
Cualquier resumen, en justicia, se queda corto en la definición de las emociones que un artista pone sobre la mesa en un concierto, en una gira. Éste sin duda es eso: un resumen incompleto del concierto de anoche. La grandeza de uno de los artistas de mayor trayectoria y éxito de nuestro país no se puede condensar en unas pocas líneas. Para comprobarlo sólo hay que ser testigo de lo que aquí se cuenta. Hay oportunidad en los conciertos que vienen: Sevilla, Palma de Mallorca, Murcia, Alicante… Miguel Bosè se da, se ofrece a pecho descubierto… esa es su fórmula perfecta.
Julián Garvín
@juliangarvin
Foto interior: EFE