El fenómeno del «postureo», ese afán de mostrar lo felices que somos y lo bien que lo estamos pasando, también necesita vacaciones. Su consumo puede llegar a ser adictivo y a provocar un estrés continuo de necesidad de aprobación de los demás.
Los más jóvenes han visto casi nacer y crecer Internet en sus vidas, y muchos de ellos no paran de colgar sus fotos con «lo mejor del día», sin ser conscientes de su sobreexposición en las redes sociales.
Uno de los motivos que llevan al “postureo” es encontrar una pequeña dosis de autoestima a través de los comentarios de los demás. Otras personas, simplemente, suben fotos por imitación social.
Un reciente estudio sobre el ocio con amigos, concluye que cada vez son más los españoles entre 25 y 45 años, que sienten la necesidad de tener espacios libres de tecnología. Así, ha nacido la nueva tendencia de mantenerse alejados del «postureo».
Redacción (Agencias)