Hayleigh Perks, de 28 años, trabajó a tiempo parcial en la fábrica de chocolate Cadbury desde los 19 años mientras lo compaginaba con sus estudios de matemáticas en la universidad. Tiempo después, solicitó un puesto a tiempo completo como aprendiz chocolatera donde ayudaba con la producción de muestras de chocolate y con las pruebas de investigación de datos, entre otras tareas.
Tras dos años de intenso aprendizaje, la empresa Cadbury la envió a la universidad para profundizar en su conocimiento para la fabricación del chocolate y estudiar Química. Ahora forma parte de un equipo de 10 personas encargadas de catar el chocolate, algo que para ella es “un verdadero honor”, según señala.
Debido a la importancia de su paladar en el desempeño de su labor profesional, Cadbury decidió asegurar la lengua de su empleada por más de 1 millón de euros.
Redacción (Agencias)