Adele reveló en 2015 que su equipo de management la había prohibido tuitear para evitar que se metiera en líos cuando curioseaba por la red social tras haberse tomado un par de vinos y sentirse demasiado desinhibida (ese es el resumen, a grandes rasgos).
La cantante llegó a desvelar que solo podía publicar un mensaje en la red social después de que, al menos, dos personas que lo supervisaran. Parecía que Adele estaba conforme con esta situación, pero ahora sabemos que no es en absoluto así.
En un reciente concierto en Australia, la británica ha demostrado que efectivamente es un poco ‘bocazas’ y ha confesado ante el público que tiene una cuenta secreta para tuitear lo que le dé la gana sin supervisión.
«Estaba mirando Twitter la otra noche. Ellos no saben que tengo una cuenta secreta. Bueno, obviamente lo saben ahora porque he dicho esto. Por ‘ellos’ quiero decir mi management», contó al público con su habitual desparpajo sobre las tablas.
Y aún añadió: «No tengo permitido el acceso a mi propia cuenta de Twitter porque soy un poco bocazas y digo cosas inapropiadas todo el tiempo. Así que ellos me quitaron ese privilegio».
Redacción (Agencias)