Para Antonio Mingote, el hombre que hizo del humor la lupa del siglo XX y que la sonrisa sustituyera a los dardos agrios que encierran las noticias, su trabajo era «razonar más allá de lo razonable» y tener «claridad de juicio». Ideas que hablan de la bonhomía de este jocoso intérprete de la vida.
Una vida plena a la que hoy ha dicho adiós el humorista y humanista, que ha fallecido a los 93 años de edad, pero sin faltar a su cita diaria con los lectores del diario ABC, donde ha trabajado 59 años hasta hoy, que ha vuelto a estar presente con un viñeta en la que se ve a una mujer en la cama, junto a su amante, y que queda sorprendida por el regreso inesperado de su marido.
Dibujante, escritor, académico de la Lengua y hasta marqués de Daroca, título que le concedió el rey, Antonio Mingote, que nació en Sitges en 1919, tenía interés por todo y por todos, y comenzó dibujando de forma autodidacta.
Hoy Mingote ha puesto su última sonrisa a la vida y recibirá el último adiós en el lugar que amaba y del que era «alcalde honorario», en el madrileño Parque del Retiro.
Redacción (Agencias)