Escuchar música alegre alimenta la creatividad y puede ayudar a generar más soluciones y más innovadoras en comparación con no oír nada, según un estudio publicado en la revista científica PLOS ONE.
Los investigadores descubrieron que escuchar música alegre, definida como música clásica con valencia positiva y alta en excitación, fomenta el pensamiento creativo más divergente en comparación con el silencio.
Además, las variables de la música alegre pueden aumentar la flexibilidad de pensamiento, de modo que el participante puede considerar soluciones que no se les hubieran ocurrido tan fácilmente de realizar la tarea en silencio.
La investigación demuestra que escuchar música podría promover el pensamiento creativo de manera económica y eficiente en diversos entornos científicos, educativos y organizativos.
Redacción (EFE)